Para la elección del mobiliario de terrazas y jardines, el consumidor dispone hoy de una extensa gama de estilos —nórdico, ecléctico, bohemio, etcétera—, fáciles de acomodar a decoraciones preexistentes o de servir de base para otras de nuevo cuño.

Primeramente, la venta muebles terraza de apariencia vintage vive un momento dulce en el mundo del interiorismo. A esta categoría pertenecen las unidades de diseño clásico, preferentemente con desgaste simulado, como las rozaduras, los desconchones o la decoloración de la pintura. Pretenden imitar no sólo del periodo colonial y renacentista sino también setentero, pin-up y de épocas más recientes, y por ello pueden contener accesorios de forja, patrones psicodélicos, etcétera.

La estética rústica reproduce muebles de apariencia tosca, natural y sin tratar, aunque emplea maderas nobles que han sido sometidas a los cuidados y tratamientos habituales. Rara vez se emplea la pintura, prefiriendo un barniz transparente que mantenga a la vista las vetas e imperfecciones del pino, el cedro, el roble y otras maderas.

Más delicada y elegante es el estilo boho chic. Los muebles que responden a este diseño, se caracterizan por los estampados y formas geométricas, en tonos de gran viveza que recuerdan a la primavera y el verano por su tono alegre y colorido. La estética de este mobiliario puede confundirse —aunque no debe— con la kitsch, más infantil, estilizada y apegada a iconos y motivos populares.

Ikea y la serie Vikings están detrás del interés y gusto por los pueblos escandinavos, y el estilo nórdico es una muestra más. El mobiliario que se comercializa con este adjetivo se distingue por el uso de formas minimalistas, de colores claros y de elementos y motivos vinculados con el medio natural: siluetas de pinos, alces, copos de nieve, hojas, frutos secos, etcétera. Por último, los muebles eclécticos invitan a renunciar a una única corriente decorativa y abrirse a utilizar una ‘pizca’ de todas, eligiendo sólo lo mejor y más armonioso.