La novia de uno de mis amigos ha empezado una afición que a mi amigo no es que le haga demasiada gracia. La novia ha querido hacer juguetes de madera, pero de lo que no se ha dado cuenta es de que de la forma en que ella quiere hacer los juguetes tarda demasiado tiempo en hacerlos y no le salen a cuenta porque el tiempo y el trabajo que lleva hacerlos no compensan el dinero que cobra por ellos. Y aún por encima se ha comprometido en entregarlos en unas fechas en las que no iba a poder entregarlos. Y ahora se le ha metido en la cabeza entregar todos los encargos antes de navidad y para ello han tenido que ayudarla sus padres y mi amigo. Por lo que éste me ha contado llevan toda la semana como si fueran elfos construyendo los regalos de navidad para Santa Claus. Espero que a mi no me vayan a comprar un juguete de esos porque yo les iba a Comprar quesos de vaca franceses y italianos baratos que sé que les gustan mucho. Siempre que voy a su casa siempre hay algo de queso para picar en la hora de la merienda, que es algo que se agradece, pero ya es hora de contribuir un poco. Además si les compro yo los quesos seguro que compro otros diferentes a los que ellos compran y así probamos otros quesos diferentes a los que estamos acostumbrados. Hasta no hace mucho tiempo no es que fuese demasiado aficionado a probar diferentes quesos pero con el paso de los años he aprendido a apreciar los diferentes sabores. Pero todavía hay algunos quesos que tienen unos sabores demasiado potentes para mi paladar y todavía sigo comiendo quesos que tengan un sabor relativamente suave. Mientras que a mis amigos les agradan más los quesos que son un poco más fuertes, pero eso supongo que será según los gustos de cada uno. Aunque de lo que sí estoy seguro es que hay muchos quesos que nunca podré comer porque para mi gusto son demasiado fuertes.