El postre, el momento especial de toda comida

Seguro que más de una vez, en una comida, has dicho eso de: no quiero repetir que voy a dejar sitio para el postre. Y es que por muy ricos que estén los platos que nos ponen delante, el postre es algo especial a lo que casi nadie quiere renunciar cuando se hace una comida especial. De hecho, para la mayoría, es el mejor momento ya que es también el más relajado, cuando ya se comienzan a dejar a un lado las formalidades y la gente tiene más ganas de reír y divertirse.

En hostelería saben esto muy bien y saben que si una comida acaba con un buen sabor de boca, esto puede corregir cualquier pequeño incidente o fallo que pueda haber existido a lo largo del servicio. El cliente se irá satisfecho y esa será la sensación que va a mantenerse en su recuerdo, salvo que todo lo demás haya sido un desastre.

Por eso, hay que contar con una buena variedad de postres de calidad. Para eso, hay que tener siempre en la carta al menos dos o tres postres caseros. Algo tan sencillo como una mousse o una tarta de la abuela va a tener mucho éxito y no dan un enorme trabajo. Pero, además, debes de contar con otras opciones para las cuales son muy socorridas las tartas congeladas para hosteleria con su gran variedad de presentaciones y sabores.

Algunas, directamente son helados que se sirven ya congeladas tal cual. Son un éxito durante todo el año y un clásico que lejos de pasar de moda sigue siendo solicitado por todo el mundo, incluso la famosa tarta estilo comtessa o la tarta al whisky. No por tener muchos años a sus espaldas dejan de tener una aceptación increíble.

Otras, son tartas que deben descongelarse antes de ser servidas pero que una vez que se ponen en la mesa, su apariencia y sabor son iguales que las que acaban de llegar de una confitería. De hecho, nos sorprendería descubrir que algunas pastelerías usan pasteles congelados previamente y tartas descongeladas para ahorrar tiempo y dinero. Y en la mayoría de los casos, los clientes los disfrutan exactamente igual.

Para los niños, la sencillez es lo mejor. Los helados de vasito, cómodos de comer, los que tienen formas y colores originales o las tartas de fresa y nata suelen ser los favoritos.