Las uvas tintas gallegas comprenden un extenso catálogo: merenzao, mencía, caíño, loureiro, sousón, brancellao, negreda, etcétera. Sin embargo, las de espadeiro o torneiro sorprende a propios y extraños por sus cualidades únicas y sus posibilidades. Tanto es así que hoy el mercado ofrece una gama de productos de indiscutible calidad, destacando el vino espadeiro condes de albarei, Albamar, Goliardo y otros de marcas insignes.
En concreto, la uva espadeiro se define como una variedad autóctona de Galicia que cuenta con la selecta Denominación de Origen de las Rías Baixas. De acuerdo con la Orden APA/1819/2007, de 13 de junio de 2007, forma parte de las «variedades recomendadas» de Galicia.
Los racimos de la uva espadeiro se caracterizan por sus dimensiones medianas y racimos de apariencia compacta. Los productos vinícolas con ellas elaborados se distinguen por su intensidad aromática, su acidez, un toque afrutado y un gran cuerpo y personalidad, con una graduación alcohólica mediana y un rojo profundo en su superficie, similar a la cereza. No obstante, los granos en sí son de un tono azulado y su pulpa no está coloreada.
La planta de la uva espadeiro es escasa, pero posee un rendimiento elevado que justifica con creces el esfuerzo denodado de los maestros viticultores. Su porte es erecto, resiste bien las enfermedades, plagas y otras amenazas, y su fertilidad es mediana. Generalmente, los vinos espadeiros se combinan con otras variedades de tinto y blanco, especialmente monovarietales.
Respecto a su historia, el vino espadeiro proviene de la casta tinta prefiloxérica, natural del Valle de Salnés, donde se siguen elaborando los productos fechos con esta variedad.
A modo de colofón, cabe destacar que la uva espadeiro recibe otras denominaciones dentro y fuera de la comunidad autónoma de Galicia, como padeiro de basto, tinta pobres, arenal, espadal o espadeiro da tinta, por citar sólo algunos de los más utilizados.