3 alimentos que pensabas que eran muy sanos, pero no lo son tanto

Si deseas saber si un alimento no es muy sano, solo tienes que analizar sus ingredientes y ver los grupos de alimentos y sus nutrientes. Haciendo esto, descubrirás que muchos productos que consumes normalmente y que crees que son lo más de lo más de los productos sanos, en realidad no lo son tanto.

-Las ensaladas envasadas. Nos las comemos pensando que al hacerlo estamos cuidando nuestra dieta mucho más que si tomamos, por ejemplo, un sándwich. Pero lo cierto es que no siempre es así. Si analizamos sus ingredientes podemos pensar que es un producto bastante saludable, porque tienen ensalada de lechuga u otras variedades similares, fruta, un poco de queso y algo de frutos secos.

Pero también tienen una salsa que las acompaña y que en muchos casos consigue que la ensalada llegue a doblar el número de calorías. Realmente, un sándwich de pavo o elaborado con un filete a la plancha de pollo podría tener muchas menos calorías y grasas, sobre todo si elegimos un pan de molde de calidad.

-Las galletas dietéticas. Una manera de engañar a nuestra conciencia. Nos las tomamos porque son dietéticas y por tanto mejores. Pero no son un alimento para tomar a diario ya que, incluso si no tienen un alto número de calorías, tienen grasas ocultas y grandes cantidades de edulcorantes que pueden llegar a resultar muy perjudiciales para la salud.

Un ejemplo son las galletas de arroz integral que, en algunos casos, no llegan a tener ni la mitad de arroz integral en su composición y que además se recubren frecuentemente con chocolates de los que no sabemos sus porcentajes de cacao o de grasa.

-Los yogures helados. Un nombre que es muy engañoso ya que deberían de llamarse helados de yogur. Y si quieres saber por qué se dice esto, solo tienes que coger un yogur que tengas en casa y probar a congelarlo. Verás que no es ni tan cremoso ni tan sabroso como el de la tienda, al contrario, está lleno de cristales de hielo.

Esto es así porque los yogures helados que te venden no son exactamente yogures, aunque tengan un proporción de estos. El producto tiene más grasas, más azúcar o más edulcorante que los yogures que compras. Y, aunque puedan ser una opción mejor que un helado tradicional, distan de ser el alimento saludable que pretenden vendernos.