Galicia cuenta con muchas y muy diferentes zonas para hacer turismo. Estas tres son solo una muestra de todas las que podríamos llegar a nombrar:
- La zona de Sanxenxo y alrededores. Está tan de moda y tiene tan buen tiempo casi todo el año que ha pasado de ser un destino de vacaciones de verano a ser un lugar ideal para escapadas en cualquier momento. Además, en esta área hay unos hoteles de muy buena calidad, algunos con unos spas realmente increíbles, que atraen a los que buscan un turismo de relax y de cuidados. Como las sesiones de spa y los tratamientos duran unas pocas horas al día, los visitantes de estos lugares tienen tiempo para pasear por el pueblo, comer en sus restaurantes o dar una vuelta por los alrededores para ver los lugares más típicos. Algunos incluso aprovechan para hacer excursiones en barco.
- Santiago de Compostela. Es un tipo de turismo diferente pero igualmente interesante. Los que visitan Santiago lo hacen atraídos en algunos casos por su valor religioso, como punto de peregrinaje que ha unido a personas a lo largo de muchos siglos. Otros, lo hacen por sus valores culturales. Pero también hay quién visita Santiago por su gastronomía o por sus tiendas en las que se vende todo tipo de artesanía y joyería típica. Santiago tiene una amplia oferta para los turistas, que pueden ver desde la catedral hasta otros lugares de gran valor arquitectónico o repletos de historia. Además, la catedral puede visitarse con guías para descubrir todos sus tesoros e incluso subir de noche a sus tejados en una de las excursiones más solicitadas.
- Foz. Durante muchos años, Foz fue un punto turístico caliente, pero ha perdido algo de fuelle a favor de otras zonas de Galicia. Aun así, sigue siendo un lugar perfecto para quienes quieren pasar unos días en un lugar en el que hay cerca playas tan fantásticas como la de las Catedrales y que además está a tiro de piedra de Asturias, lo que permite realizar escapadas para conocer algunos de los pueblos más famosos de la parte occidental de esta Comunidad. La zona de Foz, en plena costa cantábrica, es tranquila durante todo el año pero tiene mucho ambiente en verano, cuando la gente que tiene su segunda residencia en la zona acude para pasar sus vacaciones.