4 formas de cuidarse que triunfan

  1. Ejercicio en la naturaleza. El ejercicio es muy necesario y, cuando no hay más remedio, hay que realizarlo en el gimnasio. Pero cuando se hace al aire libre la cosa mejora mucho. Caminar al aire libre, andar en bici, realizar ejercicios de gimnasia o practicar deportes como el fútbol es mucho más divertido cuando se hace en el exterior. A todas las ventajas del ejercicio se le suma el aire fresco que se respira y que oxigena los pulmones. Y, además, no hay que pagar ningún tipo de matrícula ni hay que acudir en los horarios pactados. Todo son ventajas al aire libre.
  2. Comida natural y de proximidad. Nos hemos acostumbrado a tener cualquier tipo de fruta durante todo el año en el supermercado. O a comer platos procesados sin necesidad. Comenzar a cocinar con productos de temporada y de proximidad nos permite disfrutar del sabor más auténtico de los alimentos y también nos permite comer sin miedo a los ingredientes ocultos. Comprar carne de ganaderos y de agricultores cercanos, mejor si son ecológicos, y prepararlos en casa con tranquilidad, es una manera de cuidarse y también de darse un gran gusto ya que el sabor de estas comidas no tiene competencia ni con los mejores cocineros del mundo.
  3. contratar seguro privado de salud. Es algo que hacemos estando sanos para que, cuando no estemos tan sanos, podamos al menos tener la tranquilidad de que vamos a estar en las mejores manos y de que se nos va a dar toda la atención que necesitamos de manera rápida y efectiva. Es una forma de cuidarse en el sentido más textual de la palabra, con médicos de primera línea, los mejores hospitales y todas las pruebas necesarias para tener un diagnóstico rápido y comenzar a solucionar cualquier problema de salud antes de que se convierta en un gran problema de salud.
  4. Mindfulness. Centrar la atención en lo que se hace en cada momento y disfrutar cada uno de los matices de una experiencia es también una manera de cuidarse. A menudo, estamos pensando en lo que tenemos que hacer, en el futuro y nos olvidamos de que estamos viviendo el presente. Cuando conseguimos llevar la mente al momento, evitamos el estrés que nos produce la anticipación y podemos vivir lo que está pasando con toda la intensidad que se merece.