Mi experiencia en la clínica 

Llevaba mucho tiempo pensando en esta operación hasta el punto de generar cierta obsesión. Era algo que tenía claro, pero cuando llegaba el momento de la verdad me entraban las dudas. Y es que nunca había hecho una operación de cirugía estética y siempre me venía cierto reparo de última hora. Es verdad que cuando era más joven me operé la nariz, pero fue algo más sencillo y por motivos principalmente médicos, aunque tal vez yo lo recuerdo como algo más sencillo porque fue hace mucho tiempo.

De cualquier manera, fui varias veces a una clínica a informarme sobre la liposucción papada, que era el tipo de operación que yo necesitaba. A cada persona se le acumula la grasa en determinadas zonas y en mi caso esta parte del cuerpo era la que menos me gustaba. Y no había manera de solucionarlo por mí misma, porque incluso perdiendo peso, permanecía la flacidez en la zona. Solo me quedaba la operación, pero tenía un poco de miedo al quirófano.

Quieras que no, no es lo mismo entrar en el quirófano por exigencia médica que por una cuestión estética. Sabes que tener una papada de una manera o de otra no es cuestión de ‘vida o muerte’ pero también es verdad que el aspecto psicológico también define la vida de una persona. Para mí, solucionar el tema de la papada era una cuestión decisiva, aunque pudiera seguir viviendo. 

A la cuarta vez que fui a la clínica me mentalicé para intentar tomármelo todo con más entereza, porque cuando me explicaban el proceso de la liposucción papada me entraba ese ‘canguelo’ del que he hablado. La cirujana fue muy comprensiva conmigo, teniendo en cuenta que ya me había visto otras veces y me explicó el proceso con detalle, sin edulcorar, pero animándome a que, si era un asunto tan importante para mí, finalmente diera el paso. 

Y al final, lo hice. Y ahora que ya he pasado por ello me arrepiento, pero me arrepiento de no haberlo hecho antes. Todo salió perfecto y el postoperatorio fue menos problemático de lo que pensaba. Y ahora me miro en el espejo y me veo feliz.