Bienestar animal y leche de calidad

¿Conoces ya la leche pastoreo? Los más escépticos creen que esta es solo una etiqueta, un nombre que se le pone a determinados productos para vender más, pero que no tiene razón que lo justifique. Sin embargo, solo hay que probarla para darse cuenta de que, realmente, hay algo distinto en esta leche. Y lo cierto es que sí es así, ya que para poder denominarse leche de pastoreo tiene que cumplir con unos requisitos bastante claros.

La leche de pastoreo, como su nombre indica, procede de animales que han podido pastar en el campo, sueltos, duran un número de horas al día y un mínimo de días al año. Dependiendo de la zona, las vacas pueden salir a diario o permanecer guardadas cuando el tiempo no permite que puedan ir al campo con seguridad. Solo esto ya de por sí es muy importante, porque el sabor que va a tener la leche procedente de animales que se alimentan así es muy superior a la que viene de animales que solo comen piensos y paja seca.

Pero, además, la hierba que consumen los animales también tiene que tener unas ciertas características, como no contener pesticidas ya que estos podrían pasar a la leche y de ahí a la cadena alimenticia. Garantiza también unas comodidades para las vacas, que podrán tener unas condiciones de vida mucho mejores que las de otras explotaciones clásicas. El no sufrir estrés ni forzar la producción de leche la calidad de la misma también es mejor y se traduce en un sabor mucho más gratificante.

Por tanto, leche de pastoreo es mucho más que una etiqueta, es una forma diferente de entender la producción de leche, mucho más respetuosa con los animales. Las condiciones de estos pueden variar de unas leches de pastoreo a otras, por eso es importante que tengan un certificado reconocido. Muchas, en sus envases, indican las condiciones que cumplen y qué es lo que las hace diferentes de otras marcas de la competencia que se pueden encontrar en el lineal de compra.

Esta leche puede resultar ligeramente más cara que la tradicional porque el coste por litro es mayor para el ganadero al cumplir con estas condiciones de bienestar animal. Pero vale la pena pagar la pequeña diferencia para poder beber un vaso de leche con todo el sabor que se supone que tiene que tener este producto.