¿Cuáles son los rasgos distintivos del vino albariño de las Rías Baixas?

Introducido en Galicia por los Monjes de Cluny hacia el siglo XII, el albariño es uno de los vinos más apreciados y degustados de la Península. En las últimas décadas ha recibido distintos galardones a nivel nacional e internacional que subrayan su importancia.

Antes de Comprar albariño denominacion de origen rias baixas, debe aprenderse a percibir sus peculiaridades y rasgos distintivos, para no recibir gato por liebre, como dice el refrán. La uva albariño se cultiva mayoritariamente en Pontevedra, pero también cuenta con representación en regiones de Cantabria, Castilla y León, Cataluña e incluso en California (Estados Unidos).

Una característica diferencial del albariño cultivado en las Rías Baixas es su capacidad para envejecer, gracias a un punto de acidez que lo mantiene ‘en forma’ a pesar de los años. De ahí que los entusiastas de este vino prefieran dejarlo reposar en botella un tiempo antes de probarlo.

La coloración del albariño es otra de sus cualidades inconfundibles. Los vinos elaborados en un cien por cien con esta cepa típica de Galicia muestran un color amarillo con reflejos dorados y verdosos. Por su claridad y limpieza, es posible observar a través de un vaso, si bien su densidad puede variar drásticamente de una bodega a otra. 

El aroma es una propiedad organoléptica muy valorada en la degustación del albariño. Estos vinos despiden un intenso olor afrutado, tendiendo a la acidez propia de la manzana verde en función del clima y la región. Generalmente, las Rías Baixas agregan matices a hierbabuena y eucalipto.

Respecto al sabor característico de un buen albariño, los paladares entrenados reconocerán en él una acidez agradable, ligero pero persistente en boca, con un cuerpo comparable a los caldos de la D.O. Ribeiro. Para maximizar el disfrute, los expertos catadores recomiendan salivar al tomar este vino, para contrarrestar así sus notas ácidas.